miércoles, 21 de diciembre de 2011

Un debate sin propuestas

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Martes 8 de noviembre de 2011
12:30 Bilbao

Tras tres días de intensa campaña electoral llegó el esperado debate entre los líderes de los partidos mayoritarios. El gran debate fue seguido por doce millones de espectadores, preocupados por la situación de su país. Rubalcaba y Rajoy, los líderes de los dos grandes partidos políticos españoles se enfrentaron anoche en un debate, moderado por el presidente de la Academia de Ciencias y Arte de la Televisión, Manuel Campo Vidal. A las diez en punto de la noche comenzó el debate con dos políticos nerviosos a pesar de su experiencia. Esto se notó en las trabas a la hora de hablar y en los “ataques de histeria” cuando no encontraban los papeles. Aunque al final del debate se notó cierta complicidad entre los dos.
En este ansiado debate, en el que se esperaba que los líderes políticos definieran sus propuestas electorales, faltó la esperada respuesta a las dudas de los españoles. En sus intervenciones faltó claridad y concisión en las palabras de los debatientes, que en vez de responder a las preguntas se dedicaron a dar rodeos sobre otros temas.

Comenzó el debate el candidato Pérez Rubalcaba, en la sección de economía, increpando a Rajoy por la falta de propuestas de su programa y por su proyecto de ley que daría primacía a los empresarios a la hora de tomar las decisiones. Como era de esperar, en un debate en el que ninguno de los dos dijo nada, los contrincantes se dedicaron a pasarse la pelota el uno al otro, sin responder las preguntas. Rajoy tras la primera acusación de Rubalcaba, eludió la pregunta con rapidez y achaco al PSOE el gran número de parados que tiene el país. Rubalcaba intento lanzar alguna que otra propuesta para fomento de empleo, no muy convincentes. El candidato del partido popular se dedico básicamente a la critica y a buscar respuestas. poco concretas. a las preguntas sobre sus programa. La crisis fue el tema principal del primer bloque, Rajoy aprovechó para echar en cara la falta de preparación del partido socialista, que ni siquiera fue capaz de ver la crisis hasta que la tuvo encima. Mientras Rubalcaba respondía que la crisis era culpa del PP por la Ley del Ladrillo que promulgaron en el 98. Esta ley permitió la libre especulación del suelo y nos llevó a la situación en la que estamos. Rubalcaba, de muy buena manera, asumió el fallo de su partido al no haber parado la especulación antes. El presidente del PP se mantenía en sus trece, sin asumir errores y continuando con el ataque, sin piedad, además de con una falta de propuestas para cambiar las cosas. Para finalizar, Alfredo Pérez Rubalcaba le pidió a Mariano Rajoy que aclarase si iba a apartar a las pymes de la negociación colectiva y si tenía intención de recortar en prestaciones por desempleo. La respuesta de este fue que “el mayor recorte que se hizo en España fue durante su Gobierno. Son ustedes maestros en decir una cosa y hacer la contraria”.


Continuó el debate con la "Política Social", segunda sección a tratar entre Rajoy y Rubalcaba, con la atención centrada en la sanidad pública, Rajoy empezó dando un discurso “de una clase de economía de primero que todos los españoles le agradecemos”, comentaba el dirigente socialista, el popular durante toda su intervención se escudó en la creación de empleo para reactivar la economía y así llenar las arcas públicas con las que mantener el Estado de bienestar, por el contrario Rubalcaba increpó a su adversario en donde insinuó “que le importa muy poco” la financiación de la Sanidad pública al no explicar el modelo de financiación por ningún lado en su programa electoral. El dirigente popular supo responder y explicar que con la creación de empleo las partidas de los impuestos subirían y la Sanidad pública española no tendría de que preocuparse.
Pasando de puntillas con el tema de las pensiones en el que solo hubo discusión de quién las subió más, este bloque terminó con educación. Rajoy solo recordó los estropicios en Educación del Gobierno socialista. Mientras Rubalcaba echó en cara que Madrid es “la avanzadilla de sus políticas educativas” y que es normal que los profesores madrileños hagan huelgas. Tambien nombró la falta de respeto a estos trabajadores que fueron llamados vagos por Esperanza Aguirre, lo que fue negado rotundamente por Rajoy.


Para finalizar en la ultima sección sobre  “Democracia y política exterior” el candidato socialista empezó recordando la Ley del Divorcio de hace 30 años a la cual el grupo popular se opuso, así como, la Ley del Aborto actual y del 85 o la del matrimonio homosexual. Aparte de esto, preguntó al candidato popular qué haría con el recurso que tiene propuesto al Tribunal Constitucional y terminó su turno sugiriendo que se podría cambiar la ley electoral. Mariano Rajoy comenzó su turno haciendo caso omiso a las sugerencias de Pérez Rubalcaba y habló de la gestión administrativa y autonómica que aplicaría, además, aprovechó para afirmar que no quitará las Diputaciones, tal y como ha sugerido alguna vez el líder socialista.Pérez Rubalcaba volvió a preguntar al líder de la oposición, por segunda vez, qué tiene pensado hacer con el matrimonio homosexual y puso en tela de juicio si las Diputaciones realizan el trabajo adecuado en pueblos pequeños de la Comunidad de Madrid. Afirmó que con las competencias de las Comunidades Autónomas eran suficientes. Para terminar insistió en la igualdad laboral y la conciliación familiar.
Mariano Rajoy contestó mostrando sus colaboradoras y estuvo de acuerdo en la mejoría de la conciliación laboral. También le recordó que ya en 2004 propuso una unión de hecho entre parejas del mismo sexo. Para terminar ambos ofrecieron su apoyo en la lucha final contra el terrorismo






 
                                                           Resultados de la encuesta sobre el debate

Jesús Corzo
Leire Urrutia
Laura Larrondo
Janire Martín
Irati Ventoso